25 de septiembre de 2010

CAPITULO 16 - Llegan los celos

Me desperté temprano al oír unos ruidos en el baño de mi habitación, y en ese momento recordé que Sergio se quedó a dormir.
Me dirigí al baño, di dos toques a la puerta y ésta se abrió.
- Buenos días- dijo mientras me daba un beso en la mejilla.
- Hola- dije sonrojada.
- Te dejo el baño, me voy bajando.
- Vale.
Me vestí con un vestido corto y mis chanclas negras con lunares favoritas, me hice una coleta alta y bajé.
Mi madre nos hizo unas tostadas con unos zumos.
- Buenos días hija.
- Hola
- ¿No se te olvida algo?
- No ¿Por?
- Te recuerdo que hoy es el cumpleaños de Vanessa.
- ¡Es verdad! Ahora vuelvo.- Me fui corriendo dejando el desayuno a medias al salón a por el teléfono.
- ¿Si?
- ¡FELICIDADES!
- Gracias, creía que te habías olvidado.
- ¿Cómo se me va a olvidar?
- Porque te conozco muy bien.
- Je je, que graciosa. No te voy a poder mandar nada…
- No pasa nada, lo comprendo, además que me llames es el mejor regalo, ya que no te tenemos aquí.
- …- no pude contestar porque se me saltaron algunas lágrimas.
- ¿Estas ahí?
- Si, si.
- Bueno que te echamos mucho de menos, Pablo sobre todo.
- Me lo imagino. Para mi también es duro, pero aquí me cuidan muy bien.
- ¿Eso es que hay alguien? Es que no puede ser, me tienes que llamar mas para contarme todo.
- Jajaja, pues es verdad, pero no, no hay nadie.
- Ya, ya…
- Eee, que es verdad.
- Bueno vale, te creo. Bueno tengo que colgar que me llama mi madre.
- Vale, ya me contarás que te han regalado y toso eso ¿va?
- Vale, adiós fea.
- Adiós
Como los echaba de menos a todos.
- Anda que olvidarte del cumpleaños de una amiga.- me dijo Sergio
- Eee, pero la he llamado ¿no?- dije mientras le daba un golpe en el hombro.
- Bueno si, acaba y nos vamos.
Cuando acabé de desayunar nos fuimos a la casa de Sergio a por sus cosas para ir a la playa.
Mientras íbamos de camino a su casa me sonó el móvil. Miré la pantalla, era Allison.
- ¿Si?
- Silvia, ¿puedes quedar ahora por la mañana? Tengo que hablar contigo.
Miré a Sergio y contesté.
- Allison lo siento… Es que voy a pasar la mañana en la playa.
- ¿En cual? ¿Y vas a ir sola?
Miré a Sergio y asintió para que le dijera a la que íbamos a ir, y si venía de daría cuenta de que la estaba mintiendo.
- Si, voy a ir sola, esta cerca de la casa de Sergio, antes de llegar.
- Si vas sola no habrá problema en que vaya ¿no?
- Claro que no.
- Vale pues allí nos vemos.- y colgó

------------------------

- ¿Qué te ha dicho?
- Que va a la playa que hay antes de la casa de Sergio.
- Vale, esperaré un poco e iré, necesito disculparme por dejarla así, no sabes lo que me duele ahora.
- Pues esta es tu oportunidad.
- Gracias por todo Allison.
- No me lo agradezcas Joe.

------------------------

- ¿Va a venir entonces?- me preguntó Sergio.
- Pues no lo se, pero por su tono tenía decidido venir. Me da igual que nos vea, si es eso lo que te preocupa.
- Vale… Bueno, ya hemos llegado, esperas aquí o entras.
- ¿Me vas a dejar fuera después de que te has quedado en mi casa?
- Jajaja, vale, pasa.
No tardó mucho en bajar de su habitación. Nos despedimos de sus padres y nos fuimos.
La mañana fue muy divertida, unos cuantos baños, risas y muchos juegos. Íbamos a comer pero Sergio me cogió por la espalda y me tumbó y me empezó a hacer cosquillas.
- Aaaaiii, para, sabes que no puedo con ellas.- dije sin parar de intentar escapar.
- No, me gusta verte así.
Mientras Sergio seguía haciéndome cosquillas alguien carraspeó detrás de nosotros.
- Veo que no estas sola como dijiste.
- Joe… ¿Qué haces aquí? Pensaba que estabas enfadado conmigo.
- Venía a hablar contigo pero veo que estás ocupada.- dijo lanzando una mirada asesina a Sergio.
- Podéis hablar, yo me voy ya. Adiós Silvia. Lo siento por ti Joe.- dijo mientras se marchaba enfadado.
- Adiós…
Clavé la mirada en el suelo y Joe se sentó a mi lado.
- No te deberías de juntar con Sergio…
Me quedé sorprendida por lo que dijo.
- Pero… si es tu mejor amigo.
- Era.
- ¿Qué ha pasado?
- Creo que he visto suficiente con lo que he visto.
- ¿Estás celoso?
- No-dijo clavando la mirada en el suelo.
- Pues yo creo que si.
- Y si lo estoy… ¿pasa algo?
- Pues que no tienes porque estar celoso, además Sergio es solo un amigo.
- Ya…
- Bueno, si vamos a discutir me voy.
Me cogió del brazo y yo me paré.
- No por favor…
- De acuerdo.
Me volví a sentar y puse cara de interesa para que me contase el por qué.
- Lo primero, sí, estoy celoso. No sabes cuanto he aguantado, los días que estas con él es que…
- No tienes por qué estarlo.
- Ya, pero no lo puedo evitar.
- Bueno, pero no tienes por qué estarlo, y… ¿a que has venido?
- A pedirte perdón.
- ¿Por qué te tendría que perdonar?
- Porque me quieres.
No sabía que contestar a esa respuesta.
- Sé que es verdad.
- Sinceramente, sí. Vale, lo reconozco.
- ¿Eso es que me perdonas?
- No hasta que hables con Sergio.
- De acuerdo.
- Ahí tienes su casa, cuando hables con él habla conmigo.
Esperé a que se fuera dirección casa de Sergio y yo me marché a mi casa.

1 comentario:

  1. ains pero q pasara entre esos dos, y pq es la 2º vez q insinuan algo malo de sergioo¿? kiero mas pliss, deseando leer el siguient, pasat p mi blog si puedes plis xDD

    ResponderEliminar

Gracias por comentar. El blog se alimenta de tus comentarios.