7 de septiembre de 2010

CAPITULO 13- La bronca

El despertador sonó a las 7:30 y me desperté sentada en la silla con la cabeza en la mesa.
Cuando me levanté me dolía todo. Me vestí y bajé a desayunar. Cuando acabé me subí a ver si me daba tiempo a hacer algo de deberes, no me dio mucho tiempo, ya que Jessica y Allison me estaban esperando abajo.
- Adiós mamá.
- Adiós.
- Hola chicas.-dije casi sin aliento y mientras me quejaba del dolor de espalda que tenía.
- ¿Qué te pasa? ¿Una noche movidita?
- Ja ja, que graciosa, no.
- ¿Entonces?- me preguntó Allison.
- Cuando llegué de estar con Joe me senté en la mesa a hacer los deberes y me dormí, y me duele todo.
- Es verdad, y ¿con Joe qué tal?
- Bien, estuvimos por la zona de la playa, hablando y tal.
- ¿No os liasteis?
- ¡Jessica por favor!
- A Sergio no le conocías y casi te lías con él.
- Bueno, chicas dejadlo, que parece que se nos une uno.-dijo Allison
- Hola chicas.
- Hola Joe-dijimos las tres al unísono
Llegamos a clase y nada mas sentarnos Joe me atiborró a preguntas.
- ¿Qué tal pasaste la noche?
- Bufff, pues estoy que no puedo ni moverme, me dormí “haciendo” los deberes, pero no me dio tiempo.
- Entonces eso es que… ¿te lo pasaste bien?
- Sí, me lo pasé muy bien.
- Pues cuando quieras podemos repetir.
- Jaja, vale, pero lo organizas tú.
Al vernos el profesor estar hablando, nos mando corregir los ejercicios que nos mandó el día anterior.
- No lo tengo Antonio.
- Pues salte al pasillo un rato, que estar mejor fuera que dentro. ¿Joe lo corriges? Por favor.
- No lo tengo.
- Pues puedes salirte fuera.- dijo en un tono de pena
Le dijo algo a él muy bajo para que no se enterase nadie y salió.
-¿Qué pretende Joe? Sabe como es Antonio.-dijo Allison a Jessica.
Joe cerró la puerta con un golpe fuerte y se sentó con la cabeza entre las manos.
- ¿Qué te pasa?-le pregunté mientras me sentaba a su lado.
- Conozco a Antonio muy bien, demasiado bien y tiene razón. Es que Antonio es mi tío.
- No lo sabía. ¿Y en qué tiene razón?
- Solo lo sabes tú, ni Sergio, que es mi mejor amigo.
- Osea que soy privilegiada.
- Si, y lo de que tiene razón… Al salir me ha dicho que has llegado tu y me nota cambiado, él dice que mas feliz, pero menos pendiente de lo que hago.
- ¿Cómo es eso?
- Pues que desde que te vi en el aeropuerto no he parado de pensar si te volvería a ver, como te llamabas, me hacia muchas preguntas y ahora eso es como si se hubiese hecho realidad, y cada vez que estoy contigo es como si te conociera de siempre. Desde ese día hago las cosas sin pensar y bueno que decirte que fue como un flechazo, es que eres diferente a las demás chicas, en cuanto me ven vienen hacía a mi porque soy guapo, quieren liarse conmigo y hasta luego pero veo que tú no eres así y encima me gustas.
Me quedé sorprendida con la declaración que me hizo Joe, no estaba segura de lo que iba a decir, pero lo dije.
- A mi me pasó lo mismo desde que te vi en el aeropuerto y siento lo mismo pero… me gustaría conocerte más. No te lo tomes a mal. Porque eres un chico encantador.
- Lo entiendo, no te preocupes.-me dijo muy sincero.
En ese momento sonó el timbre y nos metimos otra vez en clase. Estuvimos toda la mañana sin hablar, espero que no se lo hubiese tomado a mal.
En el recreo yo no les dije nada a ninguna de lo que me dijo Joe.
Las clases ya había acabado, estábamos guardando los libros en la taquilla cuando Tiffany se puso a nuestro lado.
- Vaya… llegas y ya estas ligando. Ese tipo de gente no me gusta.
- Tiffany, vete ya conoces aquí a Pepe y Lola.- me defendió Allison.
Pepe y Lola eras sus puños, me contó que ya la había pegado una vez pero que no escarmentaba y volvería a “llamarlos” como decía ella si lo necesita.
- Yo no tengo culpa de que tu amiga sea una poligonera.
Ahí me harté y salté.
- Mira, si tu orgullo esta por encima de ti, no es mi culpa. Ligue o no, no te importa. ¡NO TE IMPORTA MI VIDA! ¿Vale?
- Encima tiene humos.
- Si, tengo muchos.
- Déjalo Silvia, te vas a meter en un lío- me dijo Allison
- No, no quiero. Si a mi esta niñata me importa poco, si me va a hacer algo que se atreva, venga lo estoy deseando.
- ¡EH! ¿Qué pasa?- dijo Sergio mientras venía hacia a mí.
- Oh, encima se va liando con dos.
- Sergio no te metas.
- Eso, a ver si va a venir el otro y ve que les estas engañando.
- Mira pija de mierda, no digas nada si no sabes.
- Bueno ya me he cansado de ti. Me voy, espero no volver a verte por aquí, porque lo que te haré se va a quedar pequeño.- dijo mientras de un empujón me tiró contra las taquillas y me di un golpe en la cabeza.
Al irse la chica que iba con ella me miró y parecía que a ella no le gustaba y creo que sintió pena por lo que hizo su amiga, o eso creía yo.
Vi a toda la gente reírse de mi mientras me señalaban. Sentí mucha vergüenza me levanté y nos fuimos a un lugar mas tranquilo.
- ¿Estás bien?- me preguntaron los tres a la vez.
- Si, creo que solo me he hecho un chichón.
- Vale.- dijo Sergio quedándose más tranquilo. ¿Y eso de que estas con dos a la vez y estas engañando a no sé quién?
- No sé, no estoy con nadie. Debió de ver lo bien que me llevo con Joe y pensar que estamos saliendo, pero no sé porque piensa que estoy saliendo contigo o algo. A saber lo que tiene esa en la cabeza a parte de nada.
- Te podía a ver hecho mucho más.- me dijo Jessica.
- Ya lo sé. Pero mi mal genio me pudo.
- Bueno venga que te acompañamos a casa.
- No vais a aceptar un no por respuesta asé que vamos.

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Pablo pasó al portal y abrió el buzón como todos los días, pero ese día iba a cambiar. Vio un aviso de Correos, miró de donde venía y al darse cuanta subió, dejó la mochila y se fue a Correos para ver lo que era.
Cogió el pequeño paquete y lo abrió.
Al abrirlo vio l oque había, una postal, un llavero y una foto de Silvia con el collar. Al ver la foto sonrió por dentro.
Mientras volvía a su casa leyó la postal:

“Hola Pablo. Espero que te guste lo que te mando. Aquí todo se está volviendo perfecto, he hecho amigos y estoy muy bien aquí, pero te hecho de menos. Sabes que siempre te querré y como has visto en la foto, no me quito el collar nunca. Espero que no lo estés pasando muy mal. Bueno, como he dicho, espero que te guste. Besos.
Silvia.”

Al leer la postal se alegró de que ella estuviera bien y cuando llegó a su casa, clavó la postal en su corcho, y así verla todos los días.

1 comentario:

  1. m encantaa este cap cada vez mas interesantee xDD me gusta la cart q le mando a Pablo, voy a p el siguientee xDD

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