20 de diciembre de 2010

CAPITULO 26 - Unos dias en casa de Joe

Al día siguiente fui al aeropuerto a despedirme de mis padres y cuando el avión despegó nos fuimos a casa. Hoy era fiesta y no había instituto.
La mañana la pasamos haciendo los deberes que nos habían mandado y jugando a Mario Party 8 en la wii, Joe estaba muy picado porque siempre ganaba yo.
Cuando acabamos de jugar, empezamos a poner la mesa. Y cuando llegó su padre de sacar al perro, empezamos a comer.
- No me habías dicho que tenías un perro.
- Lo tengo desde hace poco.-me contestó Joe.
- Bueno, osea que no sabes que se traen tus padres entre manos ¿no es así?- me preguntó la madre de Joe.
- No tengo ni idea, pero para que me dejen aquí sola y ellos se vayan a España, algo pasa.
- No creo que sea nada importante.- dijo Joe mientras se metía un trozo de filete en la boca.
- ¿Es que tu sabes algo?
- Si lo supiera te lo habría dicho.-mintió.
- A bueno.
Cuando acabamos nos fuimos a la piscina y me tiré en bomba y a los 5 minutos me tuve que salir por el fuerte dolor de tripa que me entró.
Me entraron ganas de vomitar y fui al baño.
- Si es que cuando aprenderéis.-me dijo su madre.
- Ya lo sé para la próxima vez.- dije yéndome a mi habitación.
Me puse una camiseta de manga corta y unos pantalones cortos y me tumbé en la cama mientras me ponía una película, Eclipse, que había salido hace nada en el videoclub y me dejaron comprarla.
Llevaba media hora cuando alguien abrió la puerta.
- ¿Estas mejor?-dijo abrazándome
- Si, pero ahora estoy empapada, anda sécate.
- No.-dijo en plan broma.
- Por favor y encima no me dejas ver la película.
- Vale, pero porque estás mala ee.
- Gracias.-dije dándole un beso.
Se fue y al cambio de un rato volvió, ya con la ropa puesta, y se tumbó a mi lado a ver la película.
- Yo ya la vi en el cine.
- Y yo, pero me gusta tanto…
- ¿Mas que yo?- dijo poniendo pucheros.
- Mas que tú- le contesté riéndome.
Hizo el amago de levantarse enfadado, le cogí por detrás y le besé.
Nos empezamos a besar apasionadamente, nos tumbamos en la cama sin dejar de besarnos. Nuestras lenguas jugueteaban. Al cabo de un minuto Joe me empezó a quitar la camiseta y él se quitó la suya, sin dejar de besarnos.
Así pasamos los diez minutos siguientes cuando alguien abrió la puerta, y paramos de repente y yo me tapé con la sábana.
- Joder, Héctor, eres más oportuno…, que ya es la segunda vez.
- Lo siento, la próxima vez llamo, pensaba que estaría sola.
- ¿Y que querías?- dije todavía roja de la vergüenza.
- Tu madre está al teléfono.
- A vale, gracias.- dije cogiendo el teléfono que había en la mesilla.
- Lo siento.-dijo cerrando la puerta.
- ¿Sí mamá?
- Hola, ¿Qué tal todo?
- Muy bien.
- Bueno, que no te dijimos mucho, no estaremos mucho por aquí, y te mandan muchos recuerdos y besos Elisabeth, Jorge, Tatiana, Samuel, Vanesa, y los abuelos.
- Diles que yo también les hecho mucho de menos.
- Se lo diré. Bueno que tengo mucho trabajo por hacer. Adiós te quiero.
- ¿Mucho trabajo?- pero ya había cortado
Me quedé muy extrañada por lo último que dijo, pero no podía hacer nada, pensé que tarde o temprano me acabaría enterando.
La semana se me pasó muy rápido hasta el día que mis padres estaban de vuelta y ya casi era navidad, quedaba tan solo una semana.

1 comentario:

  1. ;D me he ñeido la historia en menos de dos horas XD esta genial :) ais joe que mono es :p a ver la sorpresa que se va a llevar silvia XD e ponbdra mas happyfeliz (L) espero con ansia el siguiente cap ;D

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